IMOGEN CUNNINGHAM
INTRODUCCION
Imogen Conningham fue pionera de la
fotografía moderna y del arte
contemporáneo por la
innovación presente en el conjunto de su obra a lo largo de más de siete
décadas de trayectoria.
BIOGRAFIA
Nació en 1883 en Pórtland (Oregon), hija
de Isaac Burns Cunningham y Susan Elizabeth Johnson, ambos viudos. Imogen sería la primera de
los 10 hijos que tuvo el matrimonio. Llamada Imogen después de la heroína de
Cymberline de Shakespeare.
Ella se crió en Seattle, Washington, donde el
padre tuvo que trabajar en la construcción de carreteras y la venta de leña y
carbón después de la quiebra de sus negocios. Imogen tuvo en su infancia,
grandes posibilidades educativas, gracias a su padre que era un autodidacta y
pensador que poseía una pequeña biblioteca de literatura, manuales prácticos y
enciclopedias. Pronto vio en su hija Imogen un talento precoz para el arte.
En 1889 tras descubrir la obra fotográfica de
la pictorialista Gertrude Käsebier “Blessed Art Thou Among Women” decidió hacerse fotógrafa. En 1906
con apenas 23 años compró por correo una cámara de 4×5 pulgadas a la Americamn School of Art and Photography de Seranton
Pensilvania.
Imogen
Cunningham asistió a la Universidad de Washington, con especialización en
química después de que fue aconsejada por su profesor que ella debe tener una
base científica, si quería ser fotógrafa. Para pagar sus gastos trabajó como
secretaria a su profesor de química e hizo diapositivas para los botánicos. La tesis de Imogen Cunningham cuando se
graduó de la Universidad de Washington en la especialidad de química fue
titulado "Procesos modernos de Fotografía".
Después de su graduación Imogen, trabajó en el estudio de retrato de Seattle de Edward S. Curtis, donde aprendió las técnicas de impresión de platino.
Después de su graduación Imogen, trabajó en el estudio de retrato de Seattle de Edward S. Curtis, donde aprendió las técnicas de impresión de platino.
Imogen abrió un estudio de retrato en Seattle. Allí, ella fue la única fotógrafa miembro
fundador de la Sociedad de Artistas de Seattle y publicó el libro "La
fotografía como una profesión para la Mujer", un artículo instando a las
mujeres a emprender carreras en las profesiones.
Imogen Cunningham se casó en etcher Seattle, con Roi Partridge. Su hijo, Gryffyd, nació. Ella cerró su estudio y se trasladó con Roi
a California, donde tuvo hijos gemelos, Rondal y Padraic. Con tres hijos y la vida como una esposa
docente, su fotografía se limitaba en gran medida a fotografiar a sus hijos y
las plantas en su jardín.
Luego Imogen
y Roi se divorciaron y fue invitada a Nueva York a trabajar para la
revista Vanity Fair, pero pronto regresó a California. Imogen Cunningham viajó con Dorothea Lange
y Paul Taylor para documentar una madera de construcción cooperativa, a partir
de una serie de toda la vida de lo que ahora se llamará la fotografía de calle,
allí comenzó a utilizar la fotografía a color.
CONTEXTO
HISTORICO
Influencias artísticas
Fue inspirada por
la fotógrafa pictorialista conocida
internacionalmente Gertrude
Käsebier. Se trata de una artista estadounidense que comenzó en la década de
1890 a realizar ocasionalmente fotografías a sus 3 hijos. En 1894 estudió química
de la fotografía, y pintura, en 1895 se decidió a trabajar profesionalmente en fotografía. Gertrude Käsebier
fue quien comenzó a estimular la
participación de las mujeres en la fotografía:
"Sinceramente
aliento a las mujeres con intereses artísticos a aprender el poco trabajado
campo de la fotografía moderna. Parece estar especialmente adaptado a ellas, y
las pocas que han entrado en él están encontrando un gratificante y lucrativo
éxito".
Imogen
durante su carrera llegó a colaborar con algunos de los artistas más
importantes de su época, convirtiéndose gracias a su constante innovación y la
calidad de su trabajo en una pieza clave en la conformación de la modernidad en
la fotografía. Tras sus inicios en el pictorialismo, se acercaría a los
principios de la “nueva objetividad” con su presencia en 1932, junto Ansel
Adams y Edward Weston, en el núcleo fundacional del grupo f/64.
Principales obras
La trayectoria de
Imogen sorprende tanto por su lo dilatado de su recorrido, como por la variedad
de técnicas y motivos.
En sus primeros
años, el Pictorialismo forma parte de algunas de sus primeras composiciones.
Así, una serie de fotografías de su marido Roi desnudo, se enmarca en esta
tendencia.
Tales obras constituyen unas de las primeras aproximaciones históricas a
la fotografía masculina de desnudo; unas imágenes que causaron una viva
polémica y que debieron permanecer ocultas durante más de cincuenta años.
Fotografías transgresoras
en la sociedad conservadora de la primera mitad del siglo XX.
El desnudo es, sin
duda alguna, uno de los géneros más sobresalientes en su obra. La exquisita
delicadeza con la que trata la forma, la luz y la composición, alcanza cotas de
belleza difícilmente superables. Ángulos de visión originales, encuadres insólitos
que rayan la abstracción, elevan la contemplación de estas imágenes a una
dimensión placentera, deliciosa, embriagadora y extasiante.
Espalda Espiral 1929
Una de
sus fotos más famosas se trata de un autorretrato realizado en 1906 durante su
etapa universitaria donde posa desnuda tumbada en la hierba y deliberadamente
da la espalda a la cámara. Se fotografió en
el campus de la Universidad de Washington Seattle, algo que en 1906 demostraba
una actitud transgresora e innovadora.
Autorretaro
1906
Sus fotografías de
composiciones florales, con toda certeza se encuentran entre sus obras más
logradas y resultan ser alguna de sus imágenes más conocidas. Su divorcio y la crianza de sus hijos
no fue un obstáculo para la continuidad de su carrera.
Aprovechando el
jardín de su casa, pudo experimentar sin descanso con magnolias, calas, aloe y
cactus. En el desarrollo de su obra se aprecia una evolución desde sus primeras
composiciones alegóricas y florales, hacia ópticas más cercanas, complejas y
abstractas.
Ella expresó “Fotografío todo lo
que puede ser expuesto a la luz. La razón por la cual tomé fotografías de
plantas en los años veinte es porque
tenía que cuidar tres hijos menores de cuatro años. Tenía un jardín
disponible y las fotografiaba en el interior” Imogen Cunningham
Sus imágenes de
arquitectura y la sorprendente serie de fotografías de serpientes en el
interior de un cubo, parecen explorar patrones inquietantes, surrealistas,
donde la yuxtaposición de curvas, líneas y formas desafían la mirada del observador.
Igual de
sorprendentes resultan sus imágenes de corte futurista, donde las dobles
exposiciones fascinan por su originalidad y atrevimiento.
Aloe-
1925. Lopez Island, Washington
Aunque en el
entorno más artístico seguramente sus imágenes más conocidas sean las
relacionadas con el cuerpo y las plantas, entre 1933 y 1936 esta fotógrafa
trabajó para Vanity Fair haciendo una serie de retratos entre los que se
encuentran algunas de sus imágenes más difundidas. Ante su cámara comenzaron a
pasar los rostros más conocidos del Hollywood, músicos, artistas, bailarines,
intelectuales, escritores, modelos y familiares, entre los que pueden
encontrarse los rostros de artistas como la bailarina y coreógrafa Martha
Graham, Man Ray o la pintora Frida
Kahlo.
|
Martha Graham 1931
La fotografía
callejera o “street photography” fue otra de las parcelas que cautivó a Imogen.
En 1934 durante su estancia en Nueva York, dedica gran parte de su tiempo a
éste tipo de imágenes que ella define como “Stolen Photographies”, esto es, las comúnmente
conocidas como “robados”.
Construcción de
Madera Vendedor de periódicos,
1939.
Nueva York, Imogen
Cunningham, 1956.
Con se aprecian en sus obras, si algo caracteriza a Imogen Cunningham es
su predilección por trabajar en espacios abiertos y con luz natural siempre que
fuera posible. Juego con la luz natural y los elementos más esenciales de la
naturaleza. Lejos de las escenografías espectaculares y los esquemas de
iluminación complicados que dan un aspecto teatral. Críticos aseguran que las
fotografías de Cunningham se destacan por su humanidad, por su sencillez, por
la carencia de alardes técnicos o de medios, por su carácter personal, por su
honestidad y, sobre todo, por la profundidad de su mirada.
Técnicas empleadas
- Historia de las técnicas fotográficas
Durante sus años en
la universidad trabajó en el estudio fotográfico de Edward
Sheriff Curtis, donde aprendió la técnica de la platinotipia y a retocar negativos. En
1909 recibe una beca para estudiar en la escuela superior de Dresde bajo la
tutela de Robert Luther, donde realizó un estudio comparativo entre los
distintos métodos de la platinotipia.
La platinotipia es un antiguo
procedimiento fotográfico que obtiene copias monocromas por contacto en materiales sensibilizados con
sales de platino y hierro, tras un revelado con oxalato. Fue un procedimiento considerado
como impresión noble por los fotógrafos pictorialistas.
Una diferencia con el proceso de
impresión de plata es que el platino se encuentra en la superficie del papel,
mientras que la plata se encuentra en una emulsión de gelatina o albúmina que cubre el papel. Como resultado la imagen final está formada
por platino impregnado en el papel, aunque en algunos casos se empleaba paladio en su lugar. En torno a 1918 dejó de producirse el papel al
platino necesario. Sin embargo aún se emplea utilizando medios artesanales.
La historia de dicha técnica se
remonta a 1830. La primera persona que trató sobre la acción de los rayos de
luz sobre el platino fue Ferdinand Gehlen de Alemania en 1830. Al año siguiente, su compatriota Johann Wolfgang Döbereiner
determinó que la acción de la luz sobre el platino era bastante débil pero que
algún producto podría combinarse con el platino para aumentar su sensibilidad.
Tras varios experimentos se encontró que el oxalato férrico producía ese
efecto. La combinación de estos dos metales sigue siendo la base del proceso de
la platinotipia.
En 1832 Sir John Herschel y Robert Hunt llevaron a cabo sus propios experimentos
perfeccionando el proceso químico. En 1844, en su libro Researches on Light (Investigaciones sobre la luz),
Hunt describió por primera vez el uso del platino para hacer una impresión
fotográfica. Sin embargo, aunque intentó varias combinaciones en el procesado
químico no consiguió mantener la permanencia en la imagen. Todas sus
impresiones desaparecieron tras unos meses. No obstante en años posteriores
pudo comprobar que las impresiones que dejó en la oscuridad se desvanecieron
muy lentamente, pero volvieron a resurgir con la característica de convertirse
en positivos del negativo empleado.
En la década de 1850, sin embargo, la
aparición de otros procesos fotográficos como el colodión húmedo empezaron a ser ampliamente
utilizados, por lo que desde un punto de vista comercial dejó de interesar este
proceso tan caro. En 1859 Burnett publicó un artículo en el British Journal of Photography
describiendo el uso de cloroplatinato de sodio como agente de fijación. Esta
modificación del proceso permitió que suficiente permanencia de la imagen para
ser exhibida en público.
En 1873 se concede a William
Willis la
primera patente para un proceso de platinotipia. Willis presentó método del
baño caliente empleando una mezcla de oxalato de hierro y de cloroplatinato de
potasio para impregnar el papel que luego exponía a un negativo por contacto,
revelándolo después en una disolución caliente de oxalato de potasio. Este es el proceso básico que se
continúa empleando. En 1878, Willis obtuvo una segunda patente que simplificaba su proceso
inicial eliminando la necesidad de un baño de hiposulfito posterior y dos años después otra
patente que refinaba aún más el proceso.
Aunque en 1880 el proceso químico estaba bastante perfeccionado todavía no
existía un método fiable para la preparación individual de papel necesario. En 1882 Giuseppe Pizzighelli y Arthur V. Barón Hubl publicaron una tesis
describiendo un proceso sencillo para la preparación del papel y en 1887
Pizzighelli lo pudo patentar haciendo viable la producción comercial. este
nuevo proceso se conoció como Pizzitype y se comercializó con el nombre de Dr.
Jacoby's Printing Out Paper.
Para esta época Willis había
desarrollado dos patentes para revelar en un baño frío para el que consiguió
fabricar papel y lo comercializó a través de la empresa Patinotype Company. En
el momento en que Willis comenzó a utilizar la platinotipia el platino era un
producto relativamente barato al compararlo con la plata, pero en 1907 era 52 veces más caro que la plata por lo que Eastman Kodak y
otros productores dejaron de fabricar papel en 1916. Además Rusia disponía del 90% de las reservas de platino y al estallar la primera guerra
mundial
empleó todos los recursos en la contienda. Como consecuencia los fotógrafos
empezaron a emplear el paladio o a combinarlo con el platino.
Movimiento al que
perteneció y Descripción del movimiento
En cuanto a su
estilo, sus primeros pasos estuvieron vinculados al pictorialismo por su
contexto artístico, pero después se situó en una línea más cercana a la Nueva
Objetividad siendo parte del grupo fundacional del grupo f/64 en 1932.
La Nueva objetividad fue un movimiento artístico surgido en Alemania a comienzos de los años 1920 que rechaza al expresionismo. El movimiento acabó,
esencialmente, en 1933 con la caída de la República de Weimar y la toma del poder por los nazis. El término se aplica a obras de arte pictórico, literatura, música, arquitectura, fotografía o cine.
En fotografía el principal representante fue Albert Renger-Patzsch, entre sus propuestas se
encuentra hacer un empleo funcional de la luz, utilizar encuadres diferentes y
usar objetivos de diferentes longitudes focales. Werner Graff escribió un libro en 1929 llamado Aquí llega el nuevo fotógrafo (Es
kommt der neue Fotograf) en el que trata sobre las fotografías de la nueva
objetividad. Se creó el movimiento llamado «Nueva Fotografía» que trajo consigo
fotografías con un enfoque nítido, con carácter
documental frente al arte fotográfico anterior basado en la poética autoconsciente.
En Alemania los principales representantes son John Heartfield, Karl Blossfeldt, Walter Peterhans, Helmar Lerski y August Sander. En Estados Unidos, se
encuentran próximos a esta corriente, fotógrafos como Paul Strand, Edward Weston, Imogen Cunningham, Ansel Adams y Walker Evans. Este grupo representa
una nueva dirección que defiende a la fotografía no manipulada.
Imogen fue cofundadora del “Grupo f/64”. Fue una
asociación fotográfica que se fundó en California en 1932 bajo la influencia de Paul Strand. Ansel Adams, Edward Weston, Imogen Cunningham, Willard Van Dyke, Henry Swift y Sonya Noskowiak fueron algunos de sus miembros más destacados. Los antecedentes de f/64
se encuentran en la última etapa del grupo Photo Secession,
Su primera
exposición se realizó en el M. H. de Young Memorial Museum de San Francisco el 15 de noviembre de 1932.
Estos artistas eran partidarios
de la fotografía directa, como decíamos no manipulada, promoviendo la práctica
de la fotografía pura, sin intervenciones, en oposición al pictorialismo. La propuesta de f64 para la fotografía artística
está sintetizada en el propio nombre del grupo: el diafragma más
cerrado de la mayoría de los objetivos fotográficos de las cámaras de gran
formato que utilizaban los integrantes de este grupo, que da como resultado una
imagen de máxima nitidez. Sus
fotografías más importantes se caracterizan por su gran profundidad de campo,
su realismo, la composición y el control de las zonas. Los interiores de sus
sorprendentes desnudos, sus personajes de la calle, sus fotografías de flores,
las composiciones abstractas y cubistas de vegetales o sus retratos de
celebridades forman parte de la historia de la fotografía.
Los artistas
de f64 creían que la creación de la fotografía debía limitarse a los medios
estrictamente fotográficos concebidos dentro de los parámetros del realismo;
desacreditando toda mixtura de técnicas que cuestionara la "pureza"
de la obra fotográfica. Se esforzaron por desarrollar procedimientos
fotográficos innovadores, siendo el más importante el sistema zonal
desarrollado por Ansel Adams. El grupo se deshizo en 1935.
Fotógrafos y artistas influenciados por su obra
Son
muchos los que han escrito sobre esta artista, críticos, comisarios,
historiadores de arte, pero al día de hoy a pesar del auge de la información
que nos proporcionan las tecnologías, no se le reconoce aún la aportación
fotográfica y artística que ha otorgado a la historia de la fotografía y al
arte contemporáneo.
Fallecimiento
Tras una vida de
plena dedicación, al cumplir los noventa y dos años, comenzó su último
proyecto, un libro titulado:“Life After Ninety–La vidadespués de los noventa”
Éste último proyecto concentraría toda la experiencia y sabiduría de la
inagotable la inagotable Cunnigham, su talento, su sensibilidad. La obra
quedaría inacabada al morir Imogen, apenas un año después.
Sin embargo, el
proyecto vería la luz tras su muerte gracias a Margaretta Mitchelly la
Universidad de Washington. El libro recoge una excelente selección de retratos
dedicado a personas que, como ella, habían rebasado la frontera de los noventa
años. Constituye una digna defensa y tributo a los mayores, a su sabiduría, su
dignidad, soledad y fortaleza. Tras una vida entera dedicada a la fotografía,
su entusiasmo no decayó hasta el punto de afirmar, pasados los noventa:“La
fotografía para mi es tan maravillosa que, incluso hoy, es como si jamás
hubiera visto una fotografía.”
El 23 de Junio de
1976 moría Imogen Cunnigham dejando tras sí una de los legados fotográficos más
brillantes y prolíficos de la historia.
Estado actual de su obra
Fundación Mapfre presenta la retrospectiva de la
fotógrafa Imogen Cunningham, La muestra, comisariada por Celina Lunsford, Asesora de
fotografía del Fotografie
Forum International de Frankfurt, consta de una selecta elección de más de
200 fotografías de Imogen
Cunningham , algunas de ellas
se exponen por primera vez, procedentes principalmente del propio legado de la
autora.
Aunque para algunos fue aquella fotógrafa de la Costa Oeste de California que hacía desnudos y estudios de flores, el proyecto que ha dado origen a esta exposición ha conseguido ampliar y estimular nuevas interpretaciones de esta magnífica fotógrafa que ha dedicado unos setenta años de su vida a plasmar con su cámara todo aquello que le hizo sentir y ser partícipe de lo que vivía en cada momento.
Aunque para algunos fue aquella fotógrafa de la Costa Oeste de California que hacía desnudos y estudios de flores, el proyecto que ha dado origen a esta exposición ha conseguido ampliar y estimular nuevas interpretaciones de esta magnífica fotógrafa que ha dedicado unos setenta años de su vida a plasmar con su cámara todo aquello que le hizo sentir y ser partícipe de lo que vivía en cada momento.
Bibliografía
http://www.tucamon.es/archives/0000/1648/9_Imogen_Cunnigham.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Platinotipia
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