Eugene
Atget
Jean
Eugène Auguste Atget
Nace en Libourne, Gironda (Francia), el 12 de febrero de 1857. Hijo de Jean Eugene Atget y de Clara Adelaine Hourlier. Luego la familia se muda a Burdeos donde el padre trabaja como viajante de comercio, al poco tiempo este último fallece y después también su madre. Y hasta los 21 años, fue criado por sus abuelos, los Hourlier.
Una vez terminados sus estudios se alista en la marina y viaja a África y Sudamérica. Luego de su etapa como militar, nuevamente inicia estudios, pero esta vez de arte dramático en París, los que finalmente no logra terminar. A pesar de esto, con esa experiencia adquirida trabaja durante más de 10 años como actor de provincias, sin conseguir obtener más que papeles secundarios. Desvinculado de la compañía teatral, decide establecerse en París donde se inicia como pintor, sin lograr repercusión notable de su obra. Entonces, cerca de los 40 años, decide dedicarse a la fotografía, abriendo un pequeño estudio. Originalmente ofrecía fotografías de paisajes pintorescos para artistas. Aquí fue donde decididamente elige la fotografía como profesión.
Nace en Libourne, Gironda (Francia), el 12 de febrero de 1857. Hijo de Jean Eugene Atget y de Clara Adelaine Hourlier. Luego la familia se muda a Burdeos donde el padre trabaja como viajante de comercio, al poco tiempo este último fallece y después también su madre. Y hasta los 21 años, fue criado por sus abuelos, los Hourlier.
Una vez terminados sus estudios se alista en la marina y viaja a África y Sudamérica. Luego de su etapa como militar, nuevamente inicia estudios, pero esta vez de arte dramático en París, los que finalmente no logra terminar. A pesar de esto, con esa experiencia adquirida trabaja durante más de 10 años como actor de provincias, sin conseguir obtener más que papeles secundarios. Desvinculado de la compañía teatral, decide establecerse en París donde se inicia como pintor, sin lograr repercusión notable de su obra. Entonces, cerca de los 40 años, decide dedicarse a la fotografía, abriendo un pequeño estudio. Originalmente ofrecía fotografías de paisajes pintorescos para artistas. Aquí fue donde decididamente elige la fotografía como profesión.
Cuelga en su puerta un rotulo que dice: “Documento para artistas”. En febrero de 1892 publica en La Revue des Beaux Arts (El Diario de Bellas Artes) un anuncio en el que describe sus especialidades: “paisajes, animales, flores, monumentos, documentos, primeros planos para artistas, reproducciones de cuadros. Me desplazo. Colección no a la venta”. Inicio de la serie Paysages-Documents.
Desde entonces se dedica a recorrer París y sus alrededores con una vieja y pesada cámara de fuelle con placas de vidrio de 18×24 cm capturando un sinfín de bellas imágenes que él simplemente considera meros documentos gráficos para otros artistas.
Es en 1898 cuando se produce un vuelco más que positivo en la vida de Eugène Atget, comienza a fotografiar lo que se ha dado en llamar la colección del “Vieux París” (Viejo París) encargo del Consejo Municipal de París que quiere conservar a toda costa la imagen de las viejas calles y construcciones de París que están a punto de desaparecer por las radicales transformaciones que van a tener lugar en la ciudad debido a las ambiciosas obras de desarrollo y modernización de la misma.
Es a partir de 1900 cuando las fotografías de detalles comienzan a ganar en importancia, creando series con aldabones, grifos de fuentes, molduras, puertas etc.
En esa época sigue fotografiando las calles del viejo París, y sigue evitando la aparición de público en sus imágenes. Si es de manera casual y perdida en la escena, se centra por el contrario en darles protagonismo exclusivo si aparecen representando su oficio así crea su serie “Les petits métiers” (los pequeños oficios), una sucesión de retratos de cuerpo entero en donde muestra representantes de oficios cuando menos curiosos y dedicados a la artesanía y al comercio ambulante de las calles de París.
EL Guardián de plazas. Año 1900
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En esta serie es notable el cambio de lente a una distancia focal mayor que no es habitual en él y que ayuda a arrancar al personaje del fondo dotándolo de todo el protagonismo. Las fotografías las realiza a primera hora de la mañana, además de que la luz a esas horas posiblemente le favorecía también evita la aparición de gente en las mismas. Así se lo demandaban sus clientes. A pesar de que ya existían cámaras más livianas y de mejores prestaciones sigue cargando con su pesado equipo y utilizando el papel de albúmina lo que confiere a sus copias reveladas un característico tono amarillento y brillante en sus impresiones.
Calles del viejo París
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También es seña de identidad en sus
fotografías arquitectónicas el intento de evitar que las líneas verticales
converjan y cambien la perspectiva, para ello no duda en desplazar
ligeramente el objetivo de la cámara hacía arriba lo que provoca unos ligeros
bordes negros en algunas de sus fotografías, aunque obviamente estos “fallos”
técnicos no le importan demasiado pues concebía la fotografía como un mero
instrumento para reflejar la realidad del que debían servirse otros artistas y
no como obras fotográficas artísticas en si mismas.
En 1906 acepta fotografíar el centro de la capital francesa para la Bibliotheque Historique de la Ville de Paris, dando asi el inicio a la serie “Topografía del Viejo Paris”.
Como muchos artistas de esta época, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Atget va dejando de hacer fotografías, posteriormente de la misma retorna con la actividad fotográfica.
En 1906 acepta fotografíar el centro de la capital francesa para la Bibliotheque Historique de la Ville de Paris, dando asi el inicio a la serie “Topografía del Viejo Paris”.
Como muchos artistas de esta época, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Atget va dejando de hacer fotografías, posteriormente de la misma retorna con la actividad fotográfica.
EL Afilador. Año 1898-1899
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En estos años sus condiciones de trabajo mejoran de manera notable hecho que es reflejado por él mismo, donde refleja en imágenes el estudio donde vivía con su compañera y asistente de fotografía Valentine Delafosse Compagnon.
En 1921, realiza una serie de prostitutas, fotografiadas por encargo del pintor André Dignimont. Además en esta época Atget conoce al artista estadounidense, pintor y fotógrafo Man Ray.
Sus fotografías tienen gran fuerza de sugestión, reflejan la cotidianidad parisina, de una forma espontánea, libre de las ataduras de otros movimientos artísticos. Los surrealistas lo encumbraron viendo en sus imágenes, sobre todo en las figuras reflejadas en las vidrieras, una visión que sugiere algo fantasmal. Aunque las fotografías de Atget son toma directa, y no participan de las búsquedas experimentales de las vanguardias, los surrealistas reconocieron en la obra de Atget un precursor de su estética, especialmente de la práctica del "objeto encontrado".
Desnudo de espalda. 1921
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El término objeto encontrado (en francés objet trouve), describe el arte realizado mediante el uso de objetos que normalmente no se consideran artísticos, porque tienen una función no artística, sin ocultar su origen, pero a menudo modificados. Las fotos de Atget fascinaron a estos artistas surrealistas por su capacidad intuitiva para registrar los objetos familiares y aislarlos de sus relaciones lógicas con el entorno, descontextualizando y desactivando sus funciones cotidianas, y dándoles así un nuevo carácter significante.
La fotografía directa, sin manipulación alguna, posee intrínsecamente todas las condiciones necesarias para subvertir mágicamente las relaciones entre las cosas reales y convertirlas en imágenes surreales. En consecuencia, Atget se va a convertir en un precursor involuntario del surrealismo, puesto que se ocupó de rescatar los objetos de la calle para transformarlos en fantasmagorías revelándose en mitad de lo cotidiano. Esta estética del “objet trouvé”, en tanto que hallazgos inesperados, será una de las máximas de la fotografía y también de la práctica surrealista de entreguerras. Por esto no es extraño que la obra de Atget influyera tanto sobre la estética surrealista.
También Man Ray le presenta a los surrealistas, de los que hablamos anteriormente. Le proponen publicar alguna foto en el número de Junio de 1926 de la revista La Revolución Surrealista (Corset de 1912). Atget dice: “no incluyan mi nombre. Las fotos que tomo son simples documentos”.
Es esta unos una de las razones que reafirman la gran duda si las tomas de Arget son
meros documentos o es arte. Lo evidente es que el trabajo de Atget trasciende a su creador.
Ha inventado la moderna fotografía.
Poco antes de la muerte de Atget, una escultora estadounidense estudiante en Berlín y París, llamada Berenice Abbot, es contratada como ayudante por Man Ray. Gracias a éste, Abbot descubre fascinada la obra de Atget y, finalmente llega a conocerlo en 1927. Atget, viudo desde un año antes, se encuentra profundamente desconsolado y abatido pero accede a ser retratado por Abbot que de todas maneras concibe una serie de tres retratos que nos muestran a un hombre consumido, enjuto, triste, con los hombros caídos y el camino andando. Como vemos en la fotografía realizada por Abbot, finalmente Atget acude a posar al estudio de retrato de ella.
Poco después, muere, al parecer de tristeza, sin poder apreciar las fotografías tomadas por Berenice. A su muerte, Abbot adquiere unos 10.000 negativos y se dedica a la difusión de la obra de Atget, especialmente en Estados Unidos donde es considerado un maestro. Alcanza entonces el reconocimiento internacional incluso antes que en su propio país.
Poco antes de la muerte de Atget, una escultora estadounidense estudiante en Berlín y París, llamada Berenice Abbot, es contratada como ayudante por Man Ray. Gracias a éste, Abbot descubre fascinada la obra de Atget y, finalmente llega a conocerlo en 1927. Atget, viudo desde un año antes, se encuentra profundamente desconsolado y abatido pero accede a ser retratado por Abbot que de todas maneras concibe una serie de tres retratos que nos muestran a un hombre consumido, enjuto, triste, con los hombros caídos y el camino andando. Como vemos en la fotografía realizada por Abbot, finalmente Atget acude a posar al estudio de retrato de ella.
Poco después, muere, al parecer de tristeza, sin poder apreciar las fotografías tomadas por Berenice. A su muerte, Abbot adquiere unos 10.000 negativos y se dedica a la difusión de la obra de Atget, especialmente en Estados Unidos donde es considerado un maestro. Alcanza entonces el reconocimiento internacional incluso antes que en su propio país.
El 4 de agosto de 1927, muere Eugène
Atget. Su amigo Andre Calmettes, se ocupa de la herencia del artista. Los
“Archives Photographiques d’Art et d’Histoire” compran unos 2000 negativos (actualmente conservados, al igual que el
primer lote de negativos vendidos por Atget en 1920).
Bibliografía:
- Fundación MAPFRE, Eugene Atget, EL VIEJO PARÍS
[WEB] Dirección URL: http://www.exposicionesmapfrearte.com/eugeneatget/
-
Toni López, EUGÈNE ATGET (1857-1927). EL FOTÓGRAFO DE PARIS [WEB] Dirección
URL: http://tonilopezfotografo.wordpress.com/2012/01/01/tema-eugene-atget-1857-1927-el-fotografo-de-paris/
-
Anónimo, Arte encontrado [WEB] Dirección URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_encontrado
-
Anónimo, Eugène Atget [WEB] Dirección URL: http://es.wikipedia.org/wiki/Eug%C3%A8ne_Atget#cite_ref-gomezisla_1-0
-
Manuel Rodríguez, Eugène Atget [WEB] Dirección URL: http://www.elangelcaido.org/fotografos/atget/atget.html
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Teresa Montiel Álvarez, EUGENE ATGET, EL FOTOGRAFO QUE SOLO QUERÍA
SER DOCUMENTALISTA [WEB] Dirección URL: http://www.academia.edu/7284876/Eugene_Atget_el_fotografo_que_solo_queria_ser_documentalista
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